sábado, 8 de febrero de 2014

Elogio de la vida sencilla, de José María Pemán.

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

Hoy me voy de poesía. 
Encontré un verso de D. José María Pemán, del que soy un admirador, y me fui a buscar su procedencia. Pongo en color las dos partes que más me interesan, para recomendarlas a todos aquellos que quieran ofrecer su vida al Señor cada mañana, y la pongan toda al servicio de Dios, el Creador. Va dedicado este artículo del blog a una persona muy amiga, que necesita  descubrir lo que Dios le está pidiendo y no acaba de encontrar. Franja


D. José María Pemán

Elogio de la vida sencilla


Vida inquieta, frenesí 
de la ambición desmedida... 
¡Qué mal comprende la vida 
el que la comprende así! 

la vida es soplo de hielo 
que va marchitando flores; 
no la riegues con sudores 
ni la labres con desvelo; 

la vida no lo merece: 
que esa ambición desmedida 
es planta que no florece 
en los huertos de la vida. 

Necio es quien lucha y se afana 
de su porvenir en pos: 
gana hoy pan y deja a Dios 
el cuidado de mañana. 

Vida serena y sencilla, 
yo quiero abrazarme a ti, 
que eres la sola semilla 
que nos da flores aquí. 

  
Conciencia tranquila y sana 
es el tesoro que quiero; 
nada pido y nada espero 
para el día de mañana. 

Y así, si me da ese día 
algo, aunque poco quizás, 
siempre me parece más 
de lo que yo le pedía. 

Ni voy de la gloria en pos, 
ni torpe ambición me afana, 
y al nacer cada mañana 
tan sólo le pido a Dios 

casa limpia en que albergar, 
pan tierno para comer, 
un libro para leer 
y un Cristo para rezar; 

que el que se esfuerza y se agita 
nada encuentra que le llene, 
y el que menos necesita 
tiene más que el que más tiene. 

  
Quiero gozar cuanto pueda, 
y, con acierto y medida, 
gastar moneda a moneda 
el tesoro de mi vida; 

mas no quiero ser jamás 
como el que amontona el oro 
y no goza del tesoro 
por acrecentarlo más. 

Quiero gozar sin pasión, 
esperar sin ansiedad, 
sufrir con resignación, 
morir con tranquilidad; 

que, al llegar mi postrer día, 
quiero pensar y decir: 
"Viví como viviría 
si ahora volviera a vivir. 

Viví como un peregrino, 
que, olvidando los dolores, 
pasó cogiendo las flores 
de los lados del camino; 

cantando he dejado atrás 
la vida que recorrí; 
pedí poco y tuve más 
de lo poco que pedí; 

que si nadie me envidió 
en el mundo necio y loco, 
en ese mundo tampoco 
he envidiado a nadie yo". 

  
Tras los honores no voy; 
la vida es una tirana, 
que llena de honores hoy 
al que deshonra mañana. 

No quiero honores de nombres; 
vivo sin ambicionar, 
que ese es honor que los hombres 
no me lo pueden quitar. 

He resuelto despreciar 
toda ambición desmedida 
y no pedirle a la vida 
lo que no me puede dar. 

He resuelto no correr 
tras un bien que no me calma; 
llevo un tesoro en el alma 
que no lo quiero perder, 

y lo guardo porque espero 
que he de morir confiado 
en que se lo llevo entero 
al Señor, que me lo ha dado. 
  
José María Pemán          
(1898-1981) 

enlace:
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¿Sabíais que a D. José María  Pemán se le ignora, 
porque fue un católico ejemplar 
y fundó con su mujer 
una familia cristiana también ejemplar?. 
Franja

Testimonio: 

José María Pemán y Pemartín
Padres
Matrimonios
Hijos
Notas Biográficas
  • Doctor en derecho
  • Poeta y Periodista.
  • Presidió el consejo privado del Conde de Barcelona desde 1969 hasta su disolución.
Órdenes

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