miércoles, 30 de abril de 2014

MES DE MAYO, MES DE MARIA, CON FLORES A MARÍA

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

MES DE MAYO, MES DE MARIA

 Inmaculada Concepción de Torrijos,


Comienza el mes de mayo
Piensa en hacer tu romería a la Virgen,
para que descubras el camino.
Mes de MAYO
MES DE MARIA
MES DE LAS FLORES

CON FLORES A MARÍA

Si haces clic en el siguiente enlace,
puedes hacer el mes de las flores
todos los días.
Cada día de mayo

UNA FLOR A MARÍA
Es una página hermosa
su enlace:

y si quieres otra página, 

Con flores a María

A lo largo del mes de mayo en pueblos y ciudades de nuestra geografía se reza el Rosario, se elevan cantos a María, la Madre, se celebran cientos de fiestas y actos marianos. Todo es poco para la Madre, todo es poco para honrar a la Madre de Dios y Madre nuestra. Cada pueblo, cada parroquia, cuida que a la imagen de la Virgen no le falten flores o velas, que su altar esté adornado y limpio. Expresión tangible de religiosidad popular, una religiosidad que expresa un sentimiento profundo de amor.

Venid y vamos todos. Canto a la Virgen
enlace:
"Venid y vamos todos con flores a María" se cantaba en este mes de mayo, y se sigue cantando en nuestras iglesias, pequeñas o grandes. Con flores que el campo trae ya en la primavera, que son belleza y homenaje a la madre. Y, sobre todo, con las flores de nuestras vidas, con nuestros esfuerzos cotidianos ofrecidos a la Madre, con nuestra alegría compartida con los demás, con nuestras ilusiones depositadas a sus pies, con nuestras oraciones, con nuestros pequeños o grandes actos de amor.

y si eres joven, y quieres ver las razones por las que
muchos jóvenes rezan
el SANTO ROSARIO,
ahí tienes el testimonio en el siguiente enlace:


y tambien éste de jóvenes, que impacta por la sorpresa

Clic en el play.

Mes de mayo.Yo rezo el rosario



Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

Una muestra del primer día de mayo.
Padre José Cristo Rey García Paredes cmf
Día 01. La mujer en la plenitud de los tiempos
El plan divino de la salvación que nos ha sido revelado plenamente con la venida de Cristo es eterno. Esto también eternamente un ido a Cristo. Abarca a todos los hombres, pero reserva un lugar particular a la «mujer» que es la madre de aquel, al cual el Padre ha confiado la obra de la salvación (RM, 8).

Al llegar la plenitud de los tiempos, es decir, la madurez y el cumplimiento de ese período particularmente importante que estaba orientado hacia la actuación de una espera escatológica, el antiguo Testamento, o cuando el tiempo colmó su medida, alcanzó su cúlmen, el Padre envió a su Hijo. La Palabra se hizo carne. El Espíritu plasmó en el seno virginal de María la naturaleza humana de Cristo. El Hijo nació de mujer. El tiempo se convirtió definitivamente en tiempo de salvación, se inició el camino de la Iglesia (RM, 1). El tiempo, así descrito, desborda de plenitud. Es un kairós (un momento de gracia) en el que converge la condensación más cualificada del antiguo Testamento con la actuación trinitaria de Dios, con la maternidad de una mujer, con el inicio de la Iglesia y la transformación de todo el tiempo en tiempo de salvación. Plenitud de los tiempos es el tiempo auténticamente transustanciado, transfinalizado, transignificado. Es un tiempo verdaderamente eucarístico.

La plenitud de los tiempos se caracteriza por la confluencia de todas las fuerzas positivas de la historia, de todas las mediaciones de gracia, en un punto, en un kairós: es el momento de la visitación de Dios, en que el tiempo queda plenificado y a partir del cual emerge una nueva historia. En ese punto confluente está «la mujer»:

En ese punto está también la Iglesia, pues inician su camino todos aquellos «que recibieron al Hijo» y a quienes el Hijo «les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre» (Jn 1, 12). La mujer y la Iglesia están en el momento de la plenitud. Una y otra reciben superabundantemente la bendición.

ORACIÓN
Padre de Jesús y Padre nuestro, que llenaste de plenitud nuestro tiempo y colmaste todos nuestros anhelos al enviarnos a tu Hijo, como redentor; Padre de la fecundidad, que por medio de una mujer, la nueva Eva, engendraste a tu Hijo en nuestro tiempo; concédenos tu Espíritu para que, como María, acojamos a tu Hijo y enviado y para que creyendo en él seamos de verdad tus hijos y colaboremos en la transformación de nuestra historia. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Nota aclaratoria.

Si al hacer clic en el enlace te sale el escrito pequeño o estrecho, hay una manera sencilla de agrandarlo. Pulsada la tecla de "control" en el teclado del ordenador, dale al signo + las veces que necesites hasta que tenga el tamaño apropiado. Franja.  





Fuente: ciudadredonda.org

1 de mayo, San José Artesano.

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

Día 1 de mayo, San José Artesano.


El valor del trabajo 
Celebramos hoy con toda la Iglesia a San José, esposo de la Santísima Virgen y, según la ley judía, padre de Jesús, aunque no lo fuera por la generación habitual de la carne. No era, sin embargo, Jesús menos hijo de su corazón que los hijos comunes lo son de sus padres. Sin temor a exagerar, podemos afirmar que José es padre de Jesús, el hijo de María siempre Virgen, con una paternidad excelsa y muy superior a la de los padres que engendran según la carne. Como afirma san Agustín, a José no sólo se le debe el nombre de padre, sino que se le debe más que a otro alguno (...), ¿cómo era padre? Tanto más profundamente padre, cuanto más casta fue su paternidad.


Algunos pensaban que era padre de Nuestro Señor Jesucristo, de la misma forma que son padres los demás, que engendran según la carne, y no sólo reciben a sus hijos como fruto de su afecto espiritual. Por eso dice San Lucas: se pensaba que era padre de Jesús. ¿Por qué dice sólo se pensaba? Porque el pensamiento y el juicio humanos se refieren a lo que suele suceder entre los hombres. Y el Señor no nació del germen de José. Sin embargo, a la piedad y a la caridad de José, le nació un hijo de la Virgen María, que era Hijo de Dios. 


José amaba a Jesús como no somos capaces de amar los demás hombres. Entregó al Hijo de Dios encarnado lo mejor de sí mismo, incluyendo el trabajo que llenaba su vida y sustentaba a la familia que quiso Dios para nacer, crecer y alcanzar su madurez entre los hombres. Por eso Nuestro Señor era conocido como artesano: el hijo del artesano. Y nos lo imaginamos durante muchos años –tenía Jesús al comenzar unos treinta años, cuando comenzó su vida pública, según nos cuenta san Lucas– en el taller de su padre, José, y más tarde posiblemente al frente del mismo. Jesús pasó la mayor parte de sus días sobre la tierra trabajando, como todos los hombres y mujeres de bien. Se ocupaba en una tarea corriente, sin más relieve la mayoría de las veces que el sobrenatural, por el amor a Dios y la perfección que ponía en cada detalle.

El trabajo ocupa la mayor parte de nuestro tiempo. Trabajo que no es exclusivamente la ocupación profesional en sentido estricto. Trabajo es asimismo cualquier otra actividad productiva en sentido amplio, que, por lo general, requiere un cierto esfuerzo por parte de quien la realiza: desde responder el correo a leer un artículo cultural que contribuye a la propia formación o charlar con un hijo o con un amigo, tratando de ayudarle.

El esfuerzo: he aquí la dificultad. Dificultad añadida al trabajo como consecuencia del pecado. Ganarás el pan con el sudor de tu frente, advirtió Dios a Adán en el Paraíso Terrenal, después de la desobediencia. Habiendo perdido, al desobedecer, la inocencia original, el trabajo, desde entonces, es en cierto sentido una pena, un castigo a la rebeldía humana. Ahora, trabajar cuesta. Cualquier actividad –hasta la más pequeña– que emprende el hombre en beneficio propio le supone esfuerzo: es trabajosa, decimos, para indicar que de algún modo nos pesa.


Sacado de la página de D. Luis de Moya.

Y también puedes acudir a
la meditación de F. Carbajal:

http://www.hablarcondios.org/meditaciondiaria.asp
Franja.


San José, esposo de Santa Maria,
ruega por nosotros,
 por la Santa Iglesia,
y por los trabajadores.
Amén.

sábado, 26 de abril de 2014

Entrevista a Georg Gänswein: secretario actual de dos papas.

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

Trasladada esta entrevista de mi blog nº 3

Temas sacerdotales y Homilías del Papa.


Georg Gänswein: "Mi primera reacción fue: '¡No, Santidad, no puede hacer eso!'"


 Peter Seewald - XL Semanal
Por primera vez en la historia, una misma persona atiende a dos papas. El hombre de confianza de Benedicto XVI es ahora también el secretario del papa Francisco. Charlamos con él, la persona que mejor conoce las entrañas del Vaticano.


El camino que ha recorrido este hombre ha sido largo. Hijo de un herrero, nació hace 58 años en un pueblecito alemán de 450 habitantes, en la Selva Negra. Hoy es arzobispo y prefecto de la Casa Pontificia en el Vaticano.
Georg Gänswein recibió pronto la llamada de la vocación. Tomó la decisión de hacerse sacerdote con solo 18 años y quienes lo conocen hablan con admiración de su mente afilada. En la actualidad, este arzobispo es al mismo tiempo secretario privado del Sumo Sacerdote Francisco y del Papa emérito, Benedicto XVI. Lleva la agenda de ambos y filtra de entre el alud de cartas, llamadas y peticiones de audiencia aquellas que serán contestadas y admitidas. El camino que conduce a cualquiera de los dos Papas siempre pasa por él.
XLSemanal. Su nuevo jefe no vive en el apartamento pontificio, lleva zapatos normales y conduce coches baratos. ¿Hay un revolucionario antisistema sentado en el trono de Pedro?
Georg Gänswein. No. Los que estamos en contacto constante con el Papa Francisco hemos aprendido a diferenciar entre la imagen externa y su personalidad real. Su impronta jesuita ya de por sí va en contra de lo de 'revolucionario' y del concepto 'anti'. En cuanto a los zapatos, no deja de ser una cuestión estética. Además, sería un esfuerzo vano tratar de convencerlo de que, tanto desde una perspectiva visual como de la tradición, probablemente lo más correcto sería amoldarse a la línea de su predecesor.
XL. Si hay algo que Francisco no ha permitido, es que nadie le diga lo que tiene que hacer.
G.G. La verdad es que yo nunca le he impuesto nada al Papa. ¡Ni sé cómo podría hacerlo! El paso del anterior pontificado al actual fue todo un desafío. Pero ahora me entiendo tan bien con el Sumo Pontífice como con el emérito.
XL. Sin embargo, da la sensación de que muchas de las cosas que eran habituales con Benedicto faltan ahora en Francisco: la precisión en la palabra, la riqueza de la tradición...
G.G. Ambas personalidades son totalmente diferentes. El Papa Francisco es un hombre de gestos y hace cosas que no se esperan de un pontífice. A Benedicto se le escuchaba, y así era como su palabra llegaba. Con Francisco, la gente primero quiere ver cómo se desenvuelve, cómo afronta su tarea. Es un hombre que entiende que hay que dirigirse a la persona en su conjunto, no solo al intelecto. Si el entusiasmo que el nuevo Papa ha despertado se mantiene, es algo que se verá con el tiempo.
XL. Usted tuvo elección. Pudo decidir si quería o no servir a los dos papas.
G.G. Yo no busqué este doble trabajo, vino a mí. Ahora asumo ambas realidades e intento armonizarlas.
XL. Durante el día es prefecto con el Papa en activo; por la noche, secretario privado del Papa emérito y vive con él en el monasterio Mater Ecclesiae, en los jardines del Vaticano.
G.G. En la misma casa viven también las monjas de Memores Domini, que ya lo asistían durante su pontificado. Es una convivencia familiar, igual que antes, pero sin la presión de la responsabilidad. Y eso se nota, por supuesto. Benedicto se ha vuelto aún más tranquilo, más bondadoso. Ya no se siente oprimido por la carga del pontificado. Naturalmente, el paso de los años también se nota. El Papa emérito es un anciano, pero mantiene una mente lúcida y el mismo sentido del humor de siempre.
XL. Han circulado todo tipo de versiones sobre los motivos de su renuncia. Algunos afirman que fue el escándalo del Vatileaks lo que lo llevó a ello. Antes que nada, ¿cómo recuerda usted aquel 11 de febrero de 2013?
G.G. Fue un día como los demás. Empezó con la misa, luego siguió el breviario y a continuación el desayuno. Nunca tuve la impresión de que el Papa estuviera nervioso. Cuando más tarde lo ayudé con los ropajes litúrgicos que llevaría para el consistorio la muceta, el roquete, la cruz pectoral y la estola, ya le noté cierta inquietud. Luego se dirigió a la sala donde estaban reunidos todos los cardenales.
XL. Por cierto, se dice que muchos cardenales, al principio, no se enteraron porque no entendían bien el latín.
G.G. No fue exactamente así. El consistorio se había convocado para anunciar varias canonizaciones. Las sillas de los 70 cardenales estaban dispuestas en forma de herradura delante del Papa. El desconcierto comenzó cuando empezó a hablar en latín: «Estimados señores cardenales, no les he convocado únicamente para hacerles partícipes de la canonización, sino que tengo otra cuestión importante que comunicarles». Todos estaban agitados. «¿Qué sucede?», se decían. Cuando Benedicto continuó leyendo la declaración, que él mismo había redactado, algunos se quedaron petrificados. Se miraban y se preguntaban: «¿Lo habré entendido bien?».
XL. Según creo, la decisión de retirarse ya la había tomado en agosto de 2012. Su médico personal afirmó que no podría resistir otro vuelo transatlántico. Y el Papa tenía en ciernes la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Río. En una de las entrevistas que mantuve con él, el propio Santo Padre me dijo que aquello le había hecho ver que tenía que retirarse a tiempo «para que el nuevo Papa pueda tener una etapa de rodaje antes de ir a Río». ¿Intentó usted hacerle cambiar de opinión?
G.G. El Sumo Pontífice me contó su decisión en la forma en la que usted lo ha descrito. Mi primera reacción fue: «¡No, Santidad, no puede hacer eso!». Pero aquellas fueron palabras dichas desde el afecto. Enseguida, me di cuenta de que no me lo había contado para que lo ayudase a tomar la decisión, sino que me estaba comunicando una resolución que ya había adoptado en firme.
XL. Usted fue una de las cuatro personas que conocían el secreto.
G.G. Cuando el Papa me desveló lo que tenía pensado hacer, me obligó a mantenerlo bajo el compromiso de silencio. Se podrá imaginar que no me fue nada fácil, hubo situaciones en las que aquello casi me desgarraba por dentro.
XL. Benedicto XVI aseguró que su decisión no tuvo nada que ver con Vatileaks. El Papa explicó que su retirada se debía a la disminución de sus fuerzas. ¿Vio en el sufrimiento de Juan Pablo II un mensaje personal del anterior Papa, algo a lo que en cierto sentido él no estaba obligado?
G.G. Creo que lo ha interpretado usted de la forma correcta. El pontificado de Juan Pablo II duró 27 años. El de Benedicto XVI, apenas ocho, es decir, menos que el tiempo que se prolongó el padecimiento de Juan Pablo II. Llegó a la conclusión de que continuar en el cargo hasta terminar como lo hizo su predecesor, o imitarlo de alguna manera, no era lo que le correspondía a él.
XL. ¿Cómo fue el 28 de febrero de hace un año, cuando salió del Vaticano en helicóptero con dirección a Castel Gandolfo?
G.G. El día se fue haciendo más triste de hora en hora. Sobre todo, cuando dejamos el apartamento pontificio. Primero bajamos en ascensor al patio de San Dámaso, donde se habían reunido espontáneamente muchos de los empleados, algo que nosotros no sabíamos. Luego seguimos en coche hasta el helipuerto. Reinaba un silencio elocuente mientras sobrevolábamos la ciudad. Se me hizo muy penoso. Sentí un dolor intenso. Y la expresión natural del dolor son las lágrimas.
XL. El primer acto del sucesor de Benedicto fue llamar por teléfono a su predecesor, aunque no consiguió hablar con él.
G.G. Ocurrió de la siguiente forma: el sustituto y el secretario de la Segunda Sección de la Secretaría de Estado, así como el prefecto de la Casa Papal, en este caso yo, tienen el derecho y la obligación de prestarle al Pontífice juramento de obediencia inmediatamente después de su elección. Así que aguardé mi turno y me dirigí hacia Francisco, que me saludó y me dijo: «Me gustaría llamar al Papa Benedicto. ¿Cómo puedo hacerlo?». «Muy fácil le contesté, tengo el número. ¿Cuándo?». «Enseguida». Y así lo hicimos, pero nadie contestó en Castel Gandolfo. «¡No puede ser!», me dije. Llamé a uno de nuestros guardias destacado allí y le pedí que, por favor, se acercara a ver qué pasaba. Pero tampoco respondió nadie cuando llamó a la puerta. Al segundo intento sí lo conseguimos. El motivo fue que el Papa Benedicto, su segundo secretario y las memores estaban viendo la televisión y no oyeron nada.
XL. Benedicto pensaba que su sucesor sería otro. «Cuando escuché el nombre me contó, al principio no estuve muy convencido. Pero cuando vi cómo hablaba con Dios y cómo con los hombres, me sentí feliz». ¿Cómo lo vivió usted?
G.G. Cuando escuché, y luego vi con mis propios ojos, sobre quién había recaído la elección, mi primer pensamiento fue: «¡Qué sorpresa!». Y lo fue en muchos sentidos. Un hombre que no era de Europa, no estaba entre los favoritos... A todo esto se sumaba que pertenecía a una orden religiosa: ¡un jesuita!, ¡y, además, el primero! ¡Era para estar sorprendido!
XL. ¿El Papa Francisco trae una forma distinta de religiosidad?
G.G. Francisco trae consigo una musicalidad religiosa que nosotros, en Europa, tenemos que recuperar, que volver a aprender. Y eso es algo que solo puede hacernos bien. La alegría religiosa que allí se percibe es un gran regalo para nosotros en Europa.
XL. ¿Habla usted con el 'viejo Papa' sobre su sucesor?
G.G. Cuando vives con alguien, conversas de todo; eso está claro. Yo expreso mi opinión abiertamente y sin reparos, y Benedicto contesta con la misma franqueza.
XL. Parece que el Papa nuevo y el viejo se entienden bien. Benedicto me aseguró en una entrevista que no tenía ningún problema con el estilo de Francisco: «Al contrario, me parece bien», me dijo. Esto sorprenderá a bastantes personas.
G.G. A mí también.
XL. En muchos aspectos, el Papa Francisco no dice nada diferente de lo que dijo Benedicto. Sin embargo, se los presenta como si tuviesen personalidades opuestas.
G.G. En mi opinión, eso es algo simplista. No hay que pasar por alto que el Papa Benedicto tuvo que afrontar graves problemas y que no lo hizo pensando en cómo se recibiría fuera, sino pensando en la verdad, en hacer lo correcto. Estoy convencido de que, en caso del Sumo Pontífice Francisco, tampoco será de otra manera, lo único es que todavía no ha tenido ocasión de dar prueba de ello. En cualquier caso, no los veo como opuestos, sino como complementarios.
XL. ¿No le parece que muchas veces lo que se hace es simplemente hablar bien de Francisco, como si se quisiera edulcorar su imagen, una especie de hagamos un papa como el que nos gustaría tener?
G.G. El rasgo principal que, a día de hoy, caracteriza la percepción pública de la figura del Papa Francisco es la admiración, incluso diría que el entusiasmo. Pero ¿todo lo que él dice se percibe también así? Mi impresión es más bien que a sus palabras se les atribuyen todo tipo de interpretaciones. Todos creen que pueden reclamarlo para sí. Evidentemente, llegará el día en el que se acabará separando el grano de la paja.
XL. Benedicto XVI nombró a un protestante presidente del Consejo Científico papal. Bajo su pontificado, un profesor musulmán enseñó el Corán en la Universidad Gregoriana. También comió lasaña con los sintecho y visitó a jóvenes en prisión. Expulsó a cerca de 400 sacerdotes por estar relacionados con abusos sexuales. Pero todo esto apenas ha llegado a la opinión pública. ¿Se negó Benedicto a hacerlo porque se opone a toda forma de efectismo o es que simplemente se le ha 'vendido' mal?
G.G. Benedicto es un hombre contrario al culto a la persona. Nunca le ha dado ningún valor a saber venderse. El hecho de que el trabajo de prensa no siempre fuera el óptimo es algo de lo que extraer enseñanzas para hacerlo mejor en el futuro. La opinión pública percibe lo que le transmiten los medios de comunicación. Que eso se ajuste a la realidad apenas juega papel alguno.
XL. ¿El camauro, ese gorro rojo con el ribete de armiño blanco, fue un error?
G.G. No fue idea mía, y tampoco me entusiasmó. Simplemente se buscó un gorro para que el Papa pudiera llevarlo en invierno. Y aquel día se lo puso porque durante la audiencia general hacía mucho frío y el viento soplaba con fuerza en la plaza de San Pedro. Pero eso bastó para reproducir la imagen una y otra vez y para decir: «Mirad, es un papa que quiere llevarnos al pasado, a la Edad Media». Un absurdo.
XL. Hablemos de la última polémica: el cuestionario que el Vaticano ha elaborado sobre la aceptación de la doctrina moral católica...
G.G. La idea de la encuesta surgió con la vista puesta en el sínodo que tendrá lugar en Roma en octubre. La Secretaría del sínodo ha enviado un cuestionario a los obispados de todo el mundo como preparación para este importante encuentro con la intención de sondear cómo está el panorama en lo que son 'las verdaderas bases'.
XL. ¿Es que no se sabe?
G.G. Yo creo que sí, pero no hay nada malo en tomar una fotografía de la situación actual como preparación para el Sínodo de la Familia. De esa forma se consigue un punto de partida sólido, realista, sobre el que empezar a trabajar en octubre. Una encuesta no es ni mucho menos un instrumento para imponer determinadas concepciones.
XL. ¿Se encontrará Francisco con un problema?
G.G. Si su pregunta se refiere concretamente al sínodo, entonces sí, es posible. El Papa Francisco se está viendo expuesto a una presión enorme debido a las expectativas que ha despertado. Desgraciadamente, a esto han contribuido algunas indiscreciones. Si no se satisfacen esas expectativas, la situación podría cambiar rápidamente.
XL. Volviendo a Benedicto XVI: ningún otro pontífice moderno ha cambiado el papado tanto como él. Lo inauguró recuperando la tiara del escudo papal y lo cerró con su renuncia, la primera dimisión en la historia de un papa que estuviera en auténtico ejercicio de su dignidad. En el momento final, el filósofo de Dios se ha dirigido allí donde el intelecto solo no basta: se ha vuelto a la oración, a la meditación. ¿Esto también constituye un mensaje?
G.G. Sí, un mensaje muy fuerte y muy claro. La Iglesia no solo se gobierna mediante decisiones, también mediante la oración. En la última etapa de su vida como «peregrino terrenal» así es como el propio Benedicto se definió en su discurso de despedida en Castel Gandolfo quiere acompañar y apoyar a la Iglesia y a su sucesor desde la oración.
Francisco
"Su actitud no es una estrategia. Es así: directo y sencillo"
Es un hombre muy directo, muy sencillo y muy auténtico tanto ante las multitudes como en las audiencias privadas. No es una forma de ganar puntos, no es una estrategia. El Papa es tal y como se muestra. Francisco no está cambiando la esencia del papado. Sí ciertos aspectos concretos relacionados con el día a día. Hay que darle al Papa margen de maniobra, la libertad de hacer las cosas de una forma diferente a sus predecesores. Además, a mí no me supone ningún problema que el Papa Francisco lleve él mismo su maletín o que haga esto o aquello de una forma distinta».
Benedicto XVI
"La verdadera revolución fue su renuncia"
El Papa emérito es un hombre tímido. Se ha hablado mucho de revolución en el Vaticano tras el último cónclave, es decir, con el comienzo del nuevo pontificado. Pero lo verdaderamente revolucionario fue la decisión de Benedicto de renunciar como sucesor de Pedro. Eso fue lo decisivo. Y solo ahora estamos viendo la enorme relevancia que tuvo. Ha habido 267 papas y ninguno de ellos ha sido exactamente igual que su antecesor. Hay que valorar a los distintos papas como sucesores de Pedro, y no medirlos por comparación con otros sumos pontífices».
Mi vida antes del vaticano
Mi padre administraba una herrería que pertenecía a la familia desde generaciones. Mi madre era ama de casa. Quizá entre los 15 y los 18 años fuera un joven rebelde. Escuchaba a Cat Stevens, Pink Floyd y otros artistas famosos de aquella época. Llevaba una melena bastante larga. A mi padre no le gustaba, así que de vez en cuando discutíamos. Para pagarme mis estudios trabajé como cartero. Nunca tuve una relación estable. Sí pequeñas y románticas amistades juveniles. Al principio quería ser corredor de Bolsa. Pensaba que podía hacer dinero muy rápido. Luego pensé: '¿Y después?'. Así empecé a buscar... Así llegué a la Filosofía y a la Teología y fui avanzandohacia el sacerdocio paso a paso».
Los dos Papas hablan por teléfono y se escriben
Puedo contar una historia muy bonita, comenta el arzobispo el canal alemán ZDF. Francisco concedió una entrevista a una revista jesuita y, cuando recibió el primer ejemplar de la publicación, me la entregó y me dijo que se la llevara a Benedicto XVI, que le pidiese que anotara todas las críticas que se le ocurrieran y que luego me la devolviera. Tres días después, Benedicto me dijo que tenía cuatro páginas y me pidió que se la llevara, por favor, a Francisco; sí, el Papa emérito había hecho sus deberes... Había leído la entrevista y le transmitía a su sucesor algunas reflexiones. Naturalmente, no voy a decir cuáles. La comunicación entre ellos se da de muchas formas; por escrito, pero también por teléfono. Hace poco, para el cumpleaños del Papa Francisco, que es el 17 de diciembre, quería invitar a comer a Benedicto XVI en Santa Marta, pero estaba llena de gente y pareció mejor dejarlo para después de Navidad, que sería más discreto. Para muchos, ver dos papas comiendo juntos sería demasiado...».
"Ser Papa después de Juan Pablo II"
Se ha especulado mucho sobre si Juan Pablo II quería que el cardenal Ratzinger fuese su sucesor apunta el arzobispo. Yo no lo sé. Juan Pablo II es una de las personas más apreciadas, si no la que más, por Benedicto XVI». Para algunos, Benedicto tuvo mala suerte al ser elegido Papa tras una figura del calibre de Juan Pablo II. Sobre eso, Gänswein afirma: «El Espíritu Santo manda al Papa en el momento justo, y esto vale para Juan Pablo, para Benedicto y para Francisco. Después del larguísimo pontificado de Juan Pablo II, vivido en plena fuerza durante los primeros veinte años, y tras los años de sufrimiento (público, visible y perceptible), se convirtió en Papa una persona que vivió durante 23 años al lado de Juan Pablo como ningún otro cardenal. No creo que Benedicto haya sido desafortunado. Habría sido difícil para quien hubiera sido elegido»


viernes, 25 de abril de 2014

SANTOS SEMANA DEL 28 DE ABRIL AL 4 DE MAYO 2014

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

BIOGRAFÍA  DE  LOS  SANTOS
SEMANA DEL 28 DE ABRIL AL 4 DE MAYO 2014

LUNES, 28
* * *   SEGUNDA  SEMANA DE PASCUA  * * *
En la DIÓCESIS DE TUI-VIGO


BEATO PEDRO GONZÁLEZ (conocido como San Telmo).
 Patrón de la Diócesis de Tuy-Vigo 
Su fiesta se celebra como solemnidad
  EN NUESTRA DIÓCESIS 
el lunes después de la Octava de Pascua
ESTE AÑO 2014 ES EL DÍA DE HOY, 
 28 DE ABRIL

Nació en Frómista (Palencia, España) el año 1185. Fue educado por un tío suyo canónigo y estudió en la universidad de Palencia. Nombrado deán de la catedral, se dio a una vida de lujo y ostentación. Una caída ridícula del caballo, que provocó la rechifla de cuantos lo contemplaban, le hizo comprender lo vano de su proceder. Renunció a todo y vistió el hábito de santo Domingo. Ordenado de sacerdote, se entregó con celo al apostolado. Su palabra inflamada y la santidad de su vida edificaban a la corte y a los pueblos. Fueron multitud los pecadores convertidos y los fieles que, bajo su dirección, progresaron en la vida cristiana. Fue confesor y capellán del rey san Fernando III. Ejerció un gran apostolado popular en Galicia, y la gente de la mar lo tiene como patrono. Murió en Tuy (Pontevedra) el año 1246.
ORACIÓN
Oh Dios, que por el beato Pedro ayudas de modo especial a los que corren peligro en el mar; concédenos, por su intercesión, que la luz de tu gracia brille como faro en las tormentas de nuestra vida, para que podamos arribar al puerto de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.

EL MISMO DÍA EN LA IGLESIA UNIVERSAL

San Luis María Griñón de Montfort.
Nació en Montfort (Bretaña, Francia) el año 1673. Estudió en Rennes y París y, ordenado de sacerdote en 1700, recorrió las regiones del oeste francés como misionero apostólico, dando misiones populares y anunciando el misterio de la Sabiduría eterna, Cristo encarnado y crucificado, y enseñando el camino de santidad "a Jesús por María" (la esclavitud mariana). Cultivó una intensa devoción a la Virgen María y fundó tres congregaciones religiosas: la Compañía de María (instituto masculino), los Hermanos de la Instrucción cristiana de San Gabriel y las Hijas de la Sabiduría. Dejó muchos escritos, principalmente sobre espiritualidad mariana, entre los que destacan El Secreto de María y el Tratado de la verdadera devoción a la Santísima Virgen. Murió en Saint Laurent-sur-Sévre, diócesis de Luçon, el 28 de abril de 1716.
ORACIÓN
Oh Dios, sabiduría eterna, que hiciste al presbítero san Luis María insigne testigo y maestro de la total consagración a Cristo, tu Hijo, por mano de su Madre, la bienaventurada Virgen María; concédenos que, siguiendo su mismo camino espiritual, podamos extender tu reino en el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
* * *   EL  MISMO  DÍA   * * *
San Pedro Chanel
Nació en Cuet (Francia) el año 1803. A los 21 años entró en el seminario de Bourg y, ordenado de sacerdote en 1827, ejerció durante algunos años el ministerio pastoral en su tierra. Acuciado por su deseo de marchar a misiones, en 1831 ingresó en la Compañía de María (Padres Maristas) y en 1837 se marchó a Oceanía occidental (Polinesia) como misionero y llegó a la isla de Futuna, cercana a Tahití. En medio de dificultades de toda clase, consiguió convertir a bastantes paganos, entre ellos el hijo del jefe de la tribu de los Alo, una de las dos tribus de la isla, lo que le granjeó su odio y el de su influyente familia. El 28 de abril de 1841 lo visitó un grupo de hombres, lo obligaron a salir de su cabaña, le propinaron una gran paliza a garrotazos y un cuñado del hijo del jefe le partió la cabeza con un hacha. Era el primer mártir de Oceanía y de los Maristas. Una vez más su sangre fue semilla de cristianos, pues poco después la población acabó convirtiéndose.
ORACIÓN
Señor, tú que has concedido la palma del martirio a san Pedro Chanel cuando trabajaba por extender tu Iglesia, concédenos a nosotros que, en medio de las alegrías pascuales, celebremos de tal modo el misterio de Cristo, muerto y resucitado, que seamos verdaderamente testigos de una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MARTES, 29

SANTA CATALINA DE SIENA
Virgen y doctora de la Iglesia – Patrona de Europa
Nació en Siena (Italia) el año 1347. En la adolescencia hizo voto de castidad y rehusó contraer el matrimonio que le proponían sus padres. El año 1363 vistió el hábito de la Tercera Orden de Santo Domingo, y a partir de entonces se esforzó en conocer a Dios en sí misma y a sí misma en Dios, y en asemejarse a Cristo crucificado. Supo conjugar su intensa vida contemplativa con su incesante actividad al servicio de la Iglesia. Movida por su gran amor a Dios y al prójimo, promovió la paz y la concordia entre las ciudades y defendió con valentía los derechos y la libertad del Romano Pontífice, favoreciendo también la renovación de la vida religiosa, la de los dominicos en particular. Luchó con energía y sin descanso por el retorno del papa, de Aviñón a Roma, y por la unidad de la Iglesia ante el Cisma. Fue una mujer de alta vida mística, autora de importantes obras de espiritualidad. Murió en Roma el 29 de abril de 1380. Juan Pablo II la nombró en 1999 copatrona de Europa.
ORACIÓN
Señor Dios, que hiciste a santa Catalina de Siena arder de amor divino en la contemplación de la pasión de tu Hijo y en su entrega al servicio de la Iglesia, concédenos, por su intercesión, vivir asociados al misterio de Cristo para que podamos llenarnos de alegría con la manifestación de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
MIÉRCOLES, 30

San Pío V
Papa de 1566 a 1572. Nació en Bosco Marengo (Alessandria, Italia) el año 1504. Ingresó en la Orden de Predicadores siendo muy joven; se doctoró y recibió la ordenación sacerdotal en Bolonia el año 1528. Durante dieciséis años fue profesor de teología y ejerció diversos cargos en la provincia dominica lombarda. Consagrado obispo y elevado al cardenalato, fue finalmente elegido papa el año 1566. Intensificó su austeridad y vida de oración. Rehusó toda muestra de nepotismo. Continuó con gran decisión la reforma comenzada por el concilio de trento, cuyos decretos trató de aplicar, reformó las costumbres, intensificó la catequesis, organizó los seminarios y favoreció los estudios, promovió la propagación de la fe, renovó la liturgia y publicó el Catecismo Romano y el Misal que lleva su nombre, que ha estado vigente hasta la reforma del Vaticano II. En la liga contra los turcos, se alió con España y Venecia, que lograron la victoria de Lepanto. Murió en Roma el 1 de mayo de 1572.
Oración
Señor, tú que has suscitado providencialmente en la Iglesia al papa san Pío, para proteger la fe y dignificar el culto, concédenos, por su intercesión, participar con fe viva y con amor fecundo en tus santos misterios. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
* * *   MES  DE  MAYO   * * *
JUEVES, 21

San José, obrero
El uno de mayo, fiesta del trabajo, conmemoramos a san José, el esposo de la Virgen María, el artesano de Nazaret, bajo cuya tutela vivió y se inició en el trabajo y en el mundo social Jesús, llamado por sus conciudadanos «el hijo del carpintero». La fiesta la estableció Pío XII en 1955 y quiere ser una catequesis sobre el significado del trabajo humano a la luz de la fe. San José, hombre sencillo de pueblo, nos da el ejemplo de una vida honesta y laboriosa, ganándose el pan con el sudor de su frente, para él y para los a él confiados, por los servicios prestados a su prójimo. José ennobleció el trabajo, que ejerció sostenido y alentado por la convivencia con Jesús y María.


ORACIÓN
Dios todopoderoso, creador del universo, que has impuesto la ley del trabajo a todos los hombres, concédenos que, siguiendo el ejemplo de san José, y bajo su protección, realicemos las obras que nos encomiendas y consigamos los premios que nos prometes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VIERNES, 2
* * *   Primer viernes de mes   * * *

San Atanasio,
Obispo y doctor de la Iglesia
Nació en Alejandría de Egipto el año 295, de padres cristianos. Fue colaborador y sucesor, el año 328, del obispo de Alejandría san Alejandro, a quien había acompañado como diácono al Concilio de Nicea. Durante los cuarenta y cinco años de su episcopado, defendió valerosamente la recta fe católica proclamada en Nicea y, en particular, la divinidad de Jesucristo contra los arrianos, lo que le acarreó incontables sufrimientos, entre ellos, cinco destierros decretados por los emperadores. Escribió excelentes obras apologéticas y expositivas de la fe; mención especial merece su Vida de San Antonio, en la que narra la vida del santo Abad y que luego sirvió de modelo a las hagiografías. Difundió incluso en Occidente el ideal monástico. Murió en su sede de Alejandría el año 373.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que hiciste de tu obispo san Atanasio un preclaro defensor de la divinidad de tu Hijo, concédenos, en tu bondad, que, fortalecidos con su doctrina y protección, te conozcamos y te amemos cada vez más plenamente. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Marcos, evangelista.
SÁBADO, 3
Fiesta - Santos Felipe y Santiago, apóstoles
Felipe, natural de Betsaida, en Galilea, fue primero discípulo de Juan Bautista, y siguió a Jesús cuando éste le dijo «Sígueme», después de lo cual fue a decirle entusiasmado a Natanael: «Hemos encontrado a aquel de quien hablaban Moisés y los profetas, Jesús de Nazaret». Los evangelios lo mencionan en algunos pasajes y la tradición lo recuerda como evangelizador en Asia Menor. Santiago, apellidado «el Menor», pariente de la Virgen María y del Señor, hijo de Alfeo, fue obispo de la primera comunidad judeo-cristiana de Jerusalén; escribió la carta canónica que lleva su nombre; es el apóstol con quien Pablo convertido toma contacto, y a quien el Concilio de Jerusalén concede un papel importante en momentos cruciales del desarrollo de la evangelización. Recibió la palma del martirio en Jerusalén el año 62.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, que nos alegras todos los años con la fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago, concédenos, por su intercesión, participar en la muerte y resurrección de tu Hijo, para que merezcamos llegar a contemplar en el cielo el esplendor de tu gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO, 4
III  DOMINGO  DE  PASCUA
San José María Rubio y Peralta
Nació en Dalías (Almería) en 1864, de familia numerosa y campesina. Estudió en los seminarios de Almería, Granada y Madrid, donde fue ordenado de sacerdote en 1887. Ejerció diferentes ministerios en la diócesis madrileña, en la que pronto adquirió fama de santidad. En 1906 entró en la Compañía de Jesús, que le encomendó diversos apostolados en Granada, Sevilla y Manresa (Barcelona), hasta su regreso en 1917 a Madrid, campo ya definitivo de su apostolado. Su actividad apostólica fue extraordinaria: pasaba muchas horas en el confesonario atendiendo a multitud de penitentes, predicó muchos ejercicios espirituales, en sus sermones y en su porte irradiaba bondad, organizó y dirigió obras e instituciones de vida cristiana, desarrolló una gran actividad social en barrios pobres, gozó de dones místicos extraordinarios. Murió en Aranjuez (Madrid) el 2 de mayo de 1929. Juan Pablo II lo canonizó el 4 de mayo del 2003, y su memoria litúrgica se celebra el 4 de mayo.
ORACIÓN
Padre de las misericordias, que hiciste al bienaventurado sacerdote José María Rubio ministro de la reconciliación y padre de los pobres, concédenos que, llenos del mismo espíritu, socorramos a los abandonados y manifestemos a todos tu caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Confeccionado por Franja y Állen-Perkins

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